Tarimas macizas: diferencias entre barnizadas y no barnizadas

A la hora de colocar suelo de madera en una vivienda o una habitación, una de las opciones más populares son las tarimas macizas, ya que son bonitas, resistentes y aportan un extra de confort. Pero, ¿sabías que estas tarimas pueden colocarse barnizadas o sin barnizar? Así es, y antes de elegir entre una y otra debes conocer en qué se diferencian para escoger la que mejor se adapte a tus necesidades. En este post te explicamos todo lo que necesitas saber: ¡sigue leyendo!

¿Qué es una tarima maciza?

Las tarimas macizas son un tipo de recubrimiento para el suelo que se caracterizan por estar compuestas al cien por cien de madera natural. Así pues, no son solo un aislante térmico y acústico perfecto para cualquier espacio, sino también un elemento estético muy hermoso y de gran durabilidad. 

¿Qué diferencia hay entre una tarima maciza barnizada y una no barnizada?

Las tarimas macizas se dividen en dos grupos, las barnizadas y las no barnizadas. Las principales diferencias entre un tipo y el otro se pueden resumir así: 

• Tarimas macizas barnizadas: estas tarimas están recubiertas con varias capas de barnices especiales que previenen su deterioro, evitan que la madera se manche y la mantiene con el aspecto deseado.  Optar por una tarima maciza ya barnizada permite comenzar a usar el espacio en el que se ha colocado de forma inmediata, sin tener que realizar un barnizado posterior.
• Tarimas macizas sin barnizar:  este tipo de tarimas se caracteriza por tener un aspecto menos estandarizado. Esto se debe a que no vienen barnizadas de fábrica, sino que la madera se trata a posteriori. Por eso es posible elegir el acabado final deseado.  Así pues, las tarimas macizas sin barnizar pueden personalizarse y adaptarse al estilo que más le guste al cliente según sus preferencias, mientras que las tarimas ya barnizadas tienen un aspecto menos distintivo y ofrecen menos posibilidades de personalización. 

Como ves, a pesar de que las tarimas macizas barnizadas se diferencian notablemente de las tarimas sin barnizar, ambas pueden ser excelentes opciones. Y tú, ¿con cuál vas a quedarte?