Variedad de estilos, comodidad y precio definen las ventajas de los suelos laminados. Se trata de un producto fácil de instalar y mucho más sencillo de mantener.
Además, su acabado sintético le otorga mayor durabilidad, ya que resiste mejor que la madera los golpes y arañazos y reacciona mejor ante las manchas.
Los suelos laminados están compuestos de varias capas, normalmente de derivados de la madera, en la última de las cuales se imprime el diseño definitivo, que suele imitar el veteado de maderas naturales (roble, haya, nogal,…) o incluso de otro tipo de materiales.
Se distribuye en formato de lama rectangular o loseta cuadrada y se clasifica por niveles de calidad, según la norma EN 13329, desde el más sencillo AC1 hasta el más resistente AC5.
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